Da la impresión de que, de las monarquías europeas, la monegasca es la que más ocupa las portadas de las revistas del corazón. No es un hecho reciente, ni mucho menos. Pero es cierto que uno de los miembros que más genera intriga es Alberto de Mónaco. En especial, el aspecto sentimental de su vida. Durante años fue denominado “el soltero de oro”, título que abandonó tras asumir las responsabilidades del cargo y sucumbir ante la presión familiar y de la sociedad. ¿Por qué se cree que el príncipe soberano es gay? Una testigo da una pista.
Los cronistas del mundo rosa emparejaron a Alberto de Mónaco con Brooke Shields en los 80, y más adelante con Sharon Stone, Claudia Schiffer, Naomi Campbell, Tatum O’Neil y numerosas personalidades más. No obstante, esta fama de conquistador le jugó en contra, pues muchos pensaron que ese desfile de amantes sin compromiso se debía a que, en realidad, era gay. El haber tenido dos hijos ilegítimos con una camarera y una azafata tampoco pudo apaciguar este rumor. Más adelante, en 2011, se casó para acabar con esta tendencia de su sexualidad y no salió bien.
Nadie ha podido olvidar que el día de su enlace con Charlene Wittstock, ella intentó huir y fue interceptada en el aeropuerto. Cuando la exnadadora se deshizo en lágrimas en la ceremonia, comenzó a ser llamada “la princesa triste”. Tampoco pasó desapercibido que estuvieron en distintos hoteles en su luna de miel. Y la llegada de los mellizos condujo a otra teoría: que fueron gestados por fecundación in vitro. ¿Qué otras pruebas hay además de esto? Te contamos.
Aseguran que Alberto de Mónaco tiene intimidad con hombres
Si bien es un secreto a voces que el hijo de Raniero III y la princesa consorte no comparten cama, los cotilleos no provienen de ahí, sino de mucho antes. De acuerdo con Libertad digital, en su juventud hubo un tiempo en el que se le vinculó con un grupo de jóvenes atractivos y homosexuales. Supuestamente, se reunía con ellos en discotecas de Montecarlo o de París. Aunque, a decir verdad, esto no es concluyente ni certero.
Lo que sí sacudió los cimientos del principado fue el viaje “secreto” que hizo en 2003. El hermano de Carolina de Mónaco tomó un jet privado a Suecia para esquiar, o eso se dijo más adelante. En realidad, desató una bomba cuando se supo que había ido al Festival Gay Escandinavo y lo descubrieron pasando el rato abrazado con dos drag queens. El escándalo fue monumental, tanto que Alberto tuvo que explicar que él no sabía que había un festival de este tipo en la ciudad y que estaba con las drags porque insistieron para tomarse una foto.
Pese a esto, lo más impactante llegó en 2004. Una ex “playmate”, Victoria Zdrok, confesó al periodista Chaunce Hayden que había tenido un trío con el príncipe y un amigo suyo. Solo que él parecía más interesado en el amigo que en ella.
Alberto de Mónaco hizo lo imposible por terminar con las habladurías. Pero ¿qué se puede pensar después de saber esto?