La realeza siempre ha sido conocedora y portadora de la alta costura, mucho se ha comentado de cómo los hombres de Windsor llevan la vestimenta en el código genético, pues siempre llevan un porte impecable desde hace generaciones, como Jorge IV, que en su momento junto a su amigo Beau Brummell tuvieron un papel importante en la instauración del dandismo.
También tenemos a Eduardo VII, el cual en su legado, dejó el esmoquin, el tweed, y un detallito que se mantiene hasta hoy, el llevar desabrochado el botón inferior de la chaqueta, en todo este linaje que podría llamarse la cristalización del estilo y elegancia de la realeza, está obviamente Carlos III, quien es sin lugar a dudas uno de los hombres más elegantes del mundo.
Esta etiqueta no viene del aire, pues el actual rey toda su vida ha estado ceñido a un estricto protocolo (protocolo que tienen que seguir todos los integrantes de la Casa Real, aunque hay ligeras excepciones al respecto), ha pasado por una rígida y firme educación y aparte siempre ha estado a merced del fuertísimo escrutinio público y de la realeza.
Al rey le gusta llamar la atención, pero para su mala suerte, Lady Di, la que una vez fue su esposa, siempre le robaba el foco, y una vez fallecida, el foco pasó a sus hijos, sin embargo, él siempre ha destacado por algo muy particular sobre todos los demás, su elegancia, durante décadas Carlos III ha estado en la élite de los hombres más elegantes del mundo, los detalles y la pulcritud de sus vestimentas siempre dan cátedra a todos aquellos apasionados de la moda, demostrando, figurativa y literalmente, quién es el rey.
Desde la calle de alta costura más prestigiosa, para uno de los hombres más elegantes del mundo
La apariencia del sucesor de Isabel II tiene mucha historia y años atrás, pues desde hace más de 40 años, Carlos III ha llevado los trajes de la sastrería Anderson & Sheppard, este hecho en sí mismo podría tomarse además como una declaración de intenciones, pues la difunta Isabel II era fiel a Ardy Haimes y Norman Hartnell, sin dejar de mencionar a Angela Kelly, por otra parte, el actual rey decidió irse por algo más excéntrico, pero que se origina igualmente de Savile Row, la calle más importante de la sastrería masculina a nivel internacional.
En más de 40 años de tradición, los cambios han sido nulos, siempre se ha mantenido el mismo patrón, el mismo protocolo, ritual o tradición, como prefieran llamarle, cada vez que Carlos III requiere de un nuevo conjunto, convoca a Mr. Hitchcock, el jefe de corte de la firma, este siempre está presente puntual a las 8 am para no interferir con el resto de responsabilidades del rey, momento en el que toma las medidas del traje, y reaparece después de unos pocos días con el proyecto a medias, momento en el que Carlos III toma consejo y se decide el rumbo final que tomará el traje.