La reina consorte Letizia es una de las mujeres más importantes de España así como una de las más polémicas. Durante años ha intentado junto a Felipe VI mantener una imagen impecable y hacer todo lo que pueda para no comprometer a la corona. Sin embargo, el mundo no se ha quedado sin conocer sus escándalos.
No solo hacemos referencia a uno de los más grandes y recientes, como el de Jaime del Burgo, sino otras anécdotas que se cuentan de la consorte que se han esparcido por todo internet, como sus ocasionalmente vergonzosos comportamientos en público, como cuando le habría gritado a Felipe VI en una joyería por estar cansada de “ir de prestada”, haciendo referencia a que solo usaba joyas de Sofía de Grecia y no tenía suyas propias.
Hay otro casos que van relacionados con la imagen de ser reina, y es que recientemente la esposa de Felipe VI fue vista con su madre, Paloma Rocasolano, visitando una de las tiendas más lujosas de Madrid, Carolina Herrera, momento en el cual le ocurrió algo a Letizia que quizá haga a algunos sentir un deja vú.
Letizia no da autógrafos en público, “no está trabajando”
Quienes presenciaron esto dicen que mientras Letizia y su madre paseaban por la tienda, se les acercó un niño con la intención de pedirle un autógrafo a la reina consorte, algo a lo cual Letizia no hizo caso alguno. Simplemente se negó ya que para ella ser reina es lo mismo que un trabajo de oficina, cosa que le ha ganado una mala imagen de cara al público en momentos así. No quiere que nadie la moleste con cosas como autógrafos y no va a tener problema en dejarlo bien claro.
Como ya mencionamos, quizá algunos recuerden una situación familiar, y es que esto ocurrió en un contexto diferente, esta vez en una salida de Letizia y Felipe VI al cine, donde habían asistido a ver una película y Letizia se encontró con un niño que le pidió un autógrafo, algo a lo cual ella se negó, como con el caso de Carolina Herrera. Nuevamente, Letizia no responde a este tipo de solicitudes a menos que “esté trabajando”, con la diferencia de que en el caso de cine fue Felipe VI el que se encargó de compensar al niño y a todos los que estaban presentes por las malas maneras de su esposa, algo que no se repitió en la tienda de Carolina Herrera pues solo eran Letizia y su madre.
Gestos como este rompen con esa imagen que siempre intentó promover la consorte de ser alguien muy cercana a su pueblo, muy humana y natural, algo que definitivamente no transmite dando respuestas como esa a un niño que le pedía un autógrafo, cosa que le gana el rechazo de sus seguidores, y ahora con la crisis de Jaime del Burgo encima, todavía más.