La relación entre Felipe VI y su suegra, Paloma Rocasolano, ha experimentado un drástico cambio en los últimos meses, pasando de ser cercanos a distanciarse totalmente. Antes, la relación entre ambos era similar a la que el príncipe Guillermo de Inglaterra tiene con su suegra, Carole Middleton: cercana, amistosa y basada en la confianza mutua. Sin embargo, este panorama ha cambiado radicalmente, y las tensiones han surgido debido a los recientes eventos que han afectado la imagen de Felipe VI.
El distanciamiento entre Felipe VI y Paloma Rocasolano se ha atribuido principalmente a las revelaciones sobre la conducta de Letizia, la esposa del rey, que han provocado un deterioro en la relación entre ambos. La revelación de la infidelidad de la consorte, con la complicidad y ayuda de su madre, ha causado un profundo impacto enel hijo de Juan Carlos I, quien se ha sentido traicionado y herido por esta situación.
La ayuda de Paloma Rocasolano a Letizia para llevar a cabo sus acciones extramatrimoniales ha socavado la confianza y el vínculo que Felipe VI tenía con su suegra. El rey se ha sentido decepcionado y ha perdido la fe en la lealtad de su suegra, lo que ha llevado a un distanciamiento notable entre ellos.
Este distanciamiento se ha manifestado en la exclusión de Paloma Rocasolano de Zarzuela. El rey ha tomado la decisión de limitar el acceso de su suegra al palacio, evitando su presencia cuando él se encuentra en las instalaciones. Esta medida indica claramente el cambio en la dinámica de su relación, pasando de una cercanía a una distancia marcada.
Felipe VI no quiere saber nada de su suegra
La exclusión de Paloma Rocasolano de Zarzuela refleja la ruptura en la relación entre suegra y yerno, y deja, además, la gravedad de la situación sobre la mesa. Aunque no se han proporcionado detalles específicos sobre cómo se llevó a cabo esta exclusión, es evidente que las tensiones entre el rey Felipe VI y Paloma Rocasolano han llevado a una separación física y emocional.
Sin embargo, después de todo, el distanciamiento entre Felipe VI y Paloma Rocasolano es el resultado de las revelaciones sobre la conducta de Letizia y el papel que se atribuye a la madre de la reina en estos acontecimientos. Esta situación ha causado una ruptura definitiva, no solo entre el hijo de Juan Carlos I y su esposa, sino también entre el rey y su suegra. Felipe VI no quiere ver a Paloma Rocasolano ni en pintura ya que ha sentido una puñalada en su espalda, y se nota el deseo del rey de querer lejos a su suegra.
Ahora, siempre que el rey está en el palacio real, Paloma Rocasolano tiene el acceso prohibido y esta solo ingresa al palacio cuando no está el rey. La orden de expulsión del hijo de Juan Carlos I ha sido clara, aunque no es lo único que llama la atención, sino que al mismo tiempo sus hermanas tienen más acceso a Zarzuela, por lo que se podría decir que los Borbón están volviendo a ganar terreno.