Los que han seguido de cerca la evolución de la relación entre Felipe VI y la reina Letizia sabe muy bien que hace una relación que ha pasado por diferentes momentos y que, sobre todo, tuvo un inicio muy complicado.
Y es que no es que se haya precisamente ningún secreto que cuando los Reyes eméritos Juan Carlos y Sofía se enteraron de que el futuro rey de España estaba empezando una relación con una mujer divorciada, de padres divorciados, nieta de taxista, periodista y con inclinaciones republicanas, le dejaron muy claro el entonces príncipe que lo mejor que podía hacer era olvidarse de Ortiz.
Sin embargo, a diferencia de lo que había ocurrido en anteriores ocasiones, Felipe los dejó muy claro tanto a sus padres como a sus hermanas, las infantas Elena y Cristina que tampoco veían con buenos ojos la relación de su hermano con Letizia, que iba a hacer caso omiso a sus consejos/órdenes, y que iba a seguir adelante con su relación.
La relación del Príncipe Felipe con Eva Sannum llegó ‘por catálogo’
Y es que habían sido varias las veces que la familia de Felipe le había negado la posibilidad de tener una relación seria con alguna de las mujeres que había conocido y de las que, incluso, se había enamorado.

Una de ellas fue Eva Sannum, una mujer que, como apuntan en cazadebunkers, Felipe conoció por catálogo. “La modelo noruega formaba parte del catálogo de señoritas de la agencia de Javier Hidalgo, amigo del Príncipe. Él se la facilitó y los encuentros se producían en las casas de los amigotes principescos”, apuntan.
Apuntan también que “Desde la Casa Real presionaron al Príncipe para que cesara aquella relación tan poco conveniente y él se limitó a seguirla clandestinamente”. Y van más allá asegurando que “Don Juan Carlos no aceptaba ni la forma atrevida de vestirse de Eva, ni su fracasada carrera de modelo, ni su estrato social, ni que fuera hija de divorciados, ni la poca categoría personal de la candidata, ni su falta de preparación para acceder al rango de princesa, ni el espectáculo que dio en la boda de Haakon de Noruega, luciendo aquel escote descomunal…”.
Evidentemente Eva es ya cosa del pasado para Felipe, pero es evidente que todo lo sucedido con la modelo sueca ayudó a que el futuro rey fuera mucho más firme con su relación con Letizia.