La relación entre Iñaki Urdangarin y Ainhoa Armentia ha resistido todos los obstáculos y se ha consolidado como una unión a prueba de bombas, desafiando incluso a la Casa Real. Esta historia de amor, que comenzó de manera inesperada, ha sacudido los cimientos de la Familia Real y parece estar destinada a reescribir su futuro. Ainhoa Armentia, una abogada de Vitoria, y el ex duque de Palma se conocieron en un bufete de abogados donde ella trabajaba y él cumplía su tercer grado tras su condena. Su relación comenzó como una amistad, pero pronto se convirtió en un romance apasionado. Ambos estaban atrapados en matrimonios problemáticos en ese momento, lo que los llevó a tomar la decisión de iniciar un romance.
Armentia se divorció de su esposo poco después de que su relación con Urdangarin se hiciera pública, pero las cosas no fueron tan sencillas para el exjugador de balonmano y la infanta Cristina. Siguen enfrascados en una amarga batalla legal por cuestiones económicas. La infanta Cristina no está dispuesta a ceder ante los supuestos chantajes de Urdangarin y mucho menos para favorecer a la persona que la traicionó y humilló. Esta situación ha llevado a un distanciamiento entre la infanta Cristina y la familia de Urdangarin. Anteriormente, Cristina mantenía una excelente relación con todas sus cuñadas, pero ahora ni siquiera se hablan.
Y eso precisamente es lo que Iñaki y Ainhoa quieren. De hecho, el ex duque de Palma y la abogada están decididos a romper los lazos que aún unen a la hija de Juan Carlos I con la madre de Urdangarin, Claire Françoise Liebaert Courtain, quien considera a la infanta como una hija más. Sin embargo, la relación de Claire con Ainhoa no es igual de sólida, dado que la octogenaria no aprueba completamente la relación de su hijo con la abogada. Además, los cuatro hijos de Iñaki y Cristina no están de acuerdo con la relación de su padre con la que fuera su amante y han evitado entablar cualquier vínculo con ella. Esto ha creado una barrera adicional en la relación de Urdangarin con su nueva pareja.
Unidos contra la Casa Real
A pesar de todos los desafíos que enfrentan, Iñaki Urdangarin y Ainhoa Armentia han decidido mantenerse juntos, formado un frente unido en su lucha contra la Casa Real, que ha dejado a Iñaki como un paria y ha dañado su reputación tras el escándalo y su posterior encarcelamiento por el caso Nóos. Su relación no solo desafía a los Borbón, sino que también amenaza con desestabilizar el statu quo familiar. Mantenerse juntos es lo que más duele a la infanta Cristina, quien haría cualquier cosa para separarlos y recuperar a Iñaki.
El precio del divorcio
Iñaki Urdangarin no tiene intención de retroceder en su relación con Ainhoa Armentia. Quiere el divorcio para poder casarse con su nueva pareja. Además, exige una pensión mensual de 25.000 euros de por vida, dos millones de euros como indemnización por un libro que se le ofreció escribir y que finalmente renunció, varias propiedades en la costa francesa, el mantenimiento de sus escoltas y la financiación de todos los viajes relacionados con sus hijos. Con estos acuerdos, Iñaki busca garantizar su futuro al lado de Armentia y hacer que la Corona y la infanta Cristina paguen por todo lo que sufrió durante su tiempo en prisión.