Ya hemos hablado en más de una ocasión de Juan Carlos I como un hombre pasional, uno que volcaba su pasión hacia las mujeres. Lo han llegado a tildar incluso como adicto al sexo en el libro “El rey de las cinco mil amantes”, pero quizás hay algo cierto en estas palabras, y aunque el rey emérito no sea un adicto al sexo, al menos sí que era adicto a las mujeres.
Mujer hermosa que veía, mujer que tenía que ser para él, y hacía todo lo necesario para poder tenerla. No lo tenía tan difícil tampoco, ya que era un rey apuesto y con una fortuna que llama la atención de cualquiera sin problema alguno. Corinna Larsen es, casualmente, de las mujeres más conocidas que ha tenido el emérito, de hecho, muchos la tildan como su amante más importante, o al menos la mujer que más dejó huella en el padre de Felipe VI.
Por su parte, el actual rey de españa no ha salido como su padre, o al menos no se le conoce ninguna infidelidad hacia la reina Letizia. Sin embargo, debido a este carácter, es que Felipe VI se siente avergonzado hacia las acciones de su padre, el cual no ha cambiado mucho que digamos, ya que sigue siendo igual en Abu Dabi.
Tal parece que el emérito ha aprovechado la lejanía de su país para concentrarse en su mayor adicción: las mujeres. Aprovecha su estatus, su fortuna y que en Abu Dabi hay todo tipo de mujeres hermosas. En todos los sentidos, la ciudad árabe es el paraíso en la tierra para el rey emérito.
En su mejor época Juan Carlos I era capaz de estar hasta con 3 mujeres a la vez
Una historia que se conoce de Juan Carlos I referente a su vida de mujeriego es cuando estuvo con Corinna Larsen mientras que estaba con la reina Sofía. La emérita no era tonta y en aquella época sabía que su esposo tenía un amorío muy fuerte con otra mujer, a la cual conocía con nombre y apellido. Tuvo que vivir con esto, pero el emérito no solo estuvo casado con la madre de Felipe VI mientras que le era infiel con Corinna Larsen, sino que al mismo tiempo les fue infiel a estas dos con otra mujer más.
Así de grande era la adicción de Juan Carlos I por las mujeres que este no pudo estar con Corinna Larsen sin sentir algo más por otra mujer, por lo que no le tuvo más opción que amar a tres bandas. No se sabe el nombre de esta tercera amante que tuvo el emérito, pero lo cierto es que deja muy en el aire la actitud que tiene el antiguo rey de España respecto a las mujeres.
A él se le atribuye el hecho de haber tenido más de 4000 amantes, lo cual para cualquier hombre normal es una locura, pero claro, estamos hablando del padre de Felipe VI y su gran amor hacia la belleza femenina.