La realeza siempre ha sido un reflejo de los estándares de belleza, es la imagen que se mantiene cuando se habla de “alguien de la realeza”, piel blanquecina, facciones perfectas, figura esbelta, cabello liso, sedoso y dócil, entre otras cosas, sin embargo, Meghan Markle no nació en la familia real ni forma parte de esta en la actualidad, aún así, siempre ha mantenido una apariencia esperable de la realeza.
La duquesa de Sussex siempre ha presumido en sus fotos de tener un cabello bastante manejable, a veces completamente liso, y a veces ondulado, pero siempre impecable y bajo su control, esto ha sido así desde que la esposa del príncipe Harry ha estado en el ojo público, desde sus inicios como actriz se le ha visto una cabellera que muchos podrían considerar divina, arreglada, sin fisuras.
Para sorpresa de algunos, Meghan Markle en realidad tiene cabello afro
A mediados del 2022 veíamos salir a la luz fotos inéditas de la actriz estadounidense, la cual cuando era apenas una jovencita lucía una cabellera con innegables raíces afroamericanas, algunos incluso le insistieron en que volviera a este estilo para actuar como una referente, pero Meghan Markle se mantiene como siempre, aunque a veces podemos verla con su cabello “natural” actual, una cabellera rizada que sin dudas sigue dejando sin aliento a más de uno.
Para alcanzar este estado, conocemos “el secreto” de la duquesa de Sussex, la cual se sometió a tratamientos con keratina, según informó Thoni Kakoiulli, estilista, desde su cuenta de Instagram, la esposa del príncipe Harry habría acudido a ella para hacer su cabello más manejable: "Vino al menos dos veces por tratamientos de keratina. Es fantástico para las personas con cabello chino natural como Meghan, además quita el frizz; hace el cabello más manejable y se nota la diferencia". De igual forma, se le nota muy contenta con su cabello actual.
La Duquesa de Sussex se aleja del afro, pero esto tiene una posible explicación cultural
Podemos dar por entendido que a día de hoy la actriz estadounidense no tiene planes de volver a sus raíces, literalmente, pero esto podríamos analizarlo desde un punto de vista social, según explica María José Llata, la cual explicó que en el país de origen de Meghan Markle, la acción de renunciar al afro tiene connotaciones culturales muy claramente generadas por estigmas que aún se pueden encontrar a día de hoy:
“La mayoría de las mujeres negras en Estados Unidos ocultan su pelo natural para no sentirse discriminadas en el trabajo. Llevarlo al natural puede suponer en una entrevista de trabajo no ser seleccionada, también ser despedida, en algunos estados hay leyes al respecto, porque al pelo africano se le atribuyen valores como que es difícil y poco profesional. Por eso Michelle Obama lo llevó liso durante los ocho años del mandato presidencial de su marido y empezó a llevarlo natural cuando abandonó la Casa Blanca. La discriminación llega a todas las esferas, incluso en mujeres referentes”.