¿Recuerdan aquella escena de la película ‘Airbag’ (1997) donde el personaje de ‘Juantxo’ perdió su anillo de compromiso mientras celebraba su despedida de soltero en un prostíbulo? Bueno, al rey emérito Juan Carlos I le sucedió algo muy similar la noche previa a su compromiso con la reina Sofía. Todo sucedió en 1961 cuando el joven Juan Carlos, con tan solo 23 años, protagonizó un episodio bochornoso cuando se dirigía a Suiza para encontrarse con su futura esposa, Sofía de Grecia. Su objetivo era pedirle matrimonio en un lujoso hotel a orillas del lago Lemán. Sin embargo, la noche anterior, ocurrió un desliz que casi arruina sus planes, dado que perdió su alianza de boda mientras se encontraba en un hotel con una de sus amantes más famosas, Olghina de Robilant. La historia parece sacada de una película, ¡pero es real!
El romance clandestino entre Juan Carlos y Olghina de Robilant
Todo comenzó cuando un joven Juan Carlos de 18 años, aún novio de la princesa María Gabriela de Saboya, conoció a la condesa Olghina de Robilant, una mujer de 22 años sin miedo a los compromisos. A pesar de la relación oficial del príncipe, Olghina se lanzó a preguntarle si sentía algo por ella, por lo que el siempre mujeriego Juan Carlos no dudó en responder: "Sí, pero está en Suiza y tú me gustas mucho", desatando así la pasión y el romance entre ellos.
Testigos presenciales afirman que el rey Juan Carlos I no podía mantener sus manos quietas cuando se encontraba con su joven amante. Constantemente tocaba a Olghina, impidiéndole incluso maquillarse los labios, ya que él planeaba despojarla de todo el lápiz labial con sus besos. Este apasionado romance se extendió durante cuatro años, y aunque el rey compaginaba su amorío con Olghina con otras mujeres, lo cierto es que siempre volvía a los brazos de su apasionada amante italiana. incluso tuvo que enfrentarse a puñetazos con su propio padre para mantener viva esta pasión.
El misterio del anillo de compromiso: ¿Qué sucedió realmente con la joya de la reina Sofía?
Pero como todas las historias de amores prohibidos, llegó el momento en que el deber tenía que imponerse ante el placer. A los 23 años, Juan Carlos se encontraba en Lisboa, en camino a Suiza para encontrarse con Sofía. Sin embargo, decidió hacer una breve parada en Roma y se encontró a escondidas con Olghina en un modesto hotel. Fue en ese momento que sucedió el desastre: después de un momento de pasión desenfrenada, se dieron cuenta de que la alianza de boda de la reina Sofía se había perdido. Afortunadamente, entre la colcha y las sábanas encontraron el valioso objeto, evitando así un escándalo aún mayor. ¿Pero dónde está ahora el anillo de boda de la reina Sofía? Sorprendentemente, la reina aún lo utiliza, pero de forma intermitente y para lanzar mensajes enigmáticos, sobre todo cuando tiene que demostrar que aún apoya a su marido a pesar de todos los escándalos que ha protagonizado en los últimos años.