La ya fallecida Isabel II fue, es y probablemente seguirá siendo una de las royals más queridas de los últimos tiempos. Su muerte dejó un vacío en su pueblo que Carlos III no ha logrado rellenar. Pero así como el hijo de Isabel II ha tenido sus propios problemas durante su reinado, la anterior monarca tenía sus propias dificultades tanto dentro como fuera de la institución.
En este caso, el problema venía de parte de su propia sangre, su hermana, la princesa Margarita, quien se convirtió en una verdadera piedra en el zapato para la entonces reina y la institución en sí. Esto parte de la imagen de la que “presumía” la princesa Margarita, quien tuvo el privilegio de ser la primera royal británica en divorciarse después de un periodo de 600 años.
Un viaje lleno de gastos y controversias
En el año 1965 la hermana de Isabel II hizo un viaje oficial de 3 semanas a Estados Unidos, un viaje que terminó siendo extremadamente negativo para la realeza por toda la controversia que generó, llevando a que la princesa Margarita no volviera a pisar el país, o al menos de forma oficial, algo que la misma princesa Margarita volvió a proponer alguna vez, pero todas las cabezas en la casa real se agitaron de lado a lado, incluída la de su hermana.
Todo empezó porque el viaje además se llevó a cabo en una época cuando Reino Unido pasaba por un momento delicado de su historia, requerían intervención extranjera y no tenían una forma de obtener el apoyo necesario, así que lo que se les ocurrió fue mandar a la princesa Margarita al ya mencionado viaje, con dudosos resultados.
Empezando por los costes del viaje, que aunque no se confirmaron oficialmente se calculó a la rápida que habría gastado unas 30.000 libras, el equivalente a 660.000 euros, una cantidad de dinero que normalmente no tendría justificación de utilizarse para un viaje de tres semanas, por lo que el golpe mediático fue instantáneo.
En principio. el viaje había parecido un éxito, comprendió una cena en la Casa Blanca y la princesa Margarita fue muy bien recibida por las masas de la población, pero esto fue la versión oficial y las dificultades mediáticas habrían llegado posteriormente.
Un retrato polémico y fiestas sin fin
El escándalo empezó cuando se comenzaron a filtrar detalles del viaje de la princesa Margarita y su esposo, situaciones un tanto fuera de lugar, como un retrato que hizo el entonces esposo de la royal, Lord Snowdon, en el cual se podría ver a la princesa Margarita en una bañera mientras esta portaba nada más que su tiara.
Además, la hermana de Isabel II era conocida por estar bien versada en el arte de la fiesta, los excesos y el whisky, por lo que las alarmas saltaron cuando se supo que ella y su esposo iban de descontrol en descontrol apenas terminaron sus compromisos oficiales, lo cual le ganó a la princesa Margarita la tarjeta roja y no volver jamás a Estados Unidos en viajes oficiales.