¿Qué tienen que ver el actual rey de Reino Unido, Carlos III, y el ex-futbolista David Beckham?, hoy analizamos aquello que los une en una misma noticia.
David Beckham tuvo una carrera que duró poco más de 20 años, desde 1992 hasta 2013 fue una figura destacada del fútbol, pasando una buena parte de su carrera en el Manchester United, equipo en el cual debutó con apenas 17 años. Pasó por el Real Madrid, el equipo de la Major League Soccer: Los Angeles Galaxy, estuvo un par de años en el Milan, y se retiró en el Paris Saint-Germain.
Era conocido como un espectacular goleador, incluso se decía que sus tiros tenían un efecto “endiablado”, en 2004 fue el jugador mejor pagado del mundo, y dos veces subcampeón del premio al Jugador Mundial de la FIFA, con esta carrera de poco más de dos décadas tan exitosa, Reino Unido no podría estar más orgulloso con estos resultados por parte de un atleta de su patria.
Una enorme mancha en un expediente pulcro
Con semejantes hitos, David Beckham estaba en un pasillo sin obstáculos hacia un mérito que se le llevaba tiempo resistiendo, a finales de 2022 veíamos publicada la lista de galardonados, con la ausencia de un nombre evidente, David Beckham, ¿qué es lo que le bloquea el paso a Beckham?, tenemos que remontarnos al año 2014 para dar algo de luz al asunto.
Fue en aquel año cuando el ex-futbolista estuvo más cerca de ser llamado Sir David Beckham, pero fueron sus finanzas las que le cerraron el paso, algo no cuadraba, algo no estaba bien con sus números, y no le iba precisamente mal, todo lo contrario, por lo cual se le acusó de cometer fraude fiscal.
El equipo de relaciones públicas de Beckham le había propuesto para recibir la distinción de Sir, pero en el año 2017 le explotó todo en la cara al ex-jugador del Manchester, cuando desde Football Leaks se filtraron correos bastante comprometedores en los que se podía constatar que efectivamente Beckham fue perpetrador de un fraude fiscal millonario.
Para limpiar su imagen, David Beckham colaboró con UNICEF, pero esto no pareció suficiente para otorgarle el reconocimiento, podemos ver el interés personal de Beckham en ser un Caballero del Imperio Británico, pero las buenas e interesadas acciones que realice a día de hoy parecen incapaces de borrar la enorme mancha de tinta indeleble en la que se convirtió el fraude fiscal de 2014 y su posterior confirmación en 2017.
Por parte del Rey Carlos III, no hay mucho que comentar, pues no ha demostrado nada mediante las palabras, pero sí con acciones, o mejor dicho, con no-acciones, pues a pesar de que Beckham en esta ocasión cumplía con todo lo necesario, no fue condecorado, en cambio, el monarca premió a 1.107 individuos con el codiciado título, incluyendo a cuatro jugadoras de la selección femenina por su victoria en la Eurocopa: Ellen White, Lucy Bronze, Beth Mead, y la capitana Leah Williamson.