Ana Obregón y sus cuatro hermanos tomaron la que llamaron una decisión trascendental: poner en venta “El Manantial”, la emblemática mansión familiar en Son Servera (Costa de los Pinos), frente a la bahía de Cala Millor. El precio de venta: 35 millones de euros.
Un legado familiar de medio siglo
Construida en el corazón de Mallorca por Antonio García Fernández, padre de Ana, a finales de los años sesenta sobre tres parcelas, la finca se extendía originalmente entre 6 000 y 8 000 m², integrando un topográfico diseñado para preservar decenas de pinos centenarios (hasta que una tormenta en 2011 los derribó).
Arquitectura y detalles que enamoran
La vivienda se distribuye en una sola planta de casi 1 000 m² construidos, con siete suites con baño incluido, amplios salones, comedor interior y exterior, una cocina XXL y zonas de servicio completas (despensa, plancha, dormitorio del personal).En el exterior, destaca una terraza panorámica junto a la piscina con vistas al mar, pista de pádel, estanque, huerto mediterráneo, pozo de agua potable (de ahí el nombre “Manantial”) y un muelle privado para embarcaciones pequeñas.
Razón emocional: cerrar un ciclo
La mansión fue escenario de veranos memorables para la familia Obregón: posados icónicos de Ana, risas junto a su hijo Aless Lequio, y encuentros generacionales que ahora están marcados por el duelo tras perder a su hijo en 2020 y a sus padres en 2021‑2022. Ana misma confesó que este lugar era su “refugio en la tierra”. Este gesto simboliza el inicio de un nuevo capítulo vital para ella y sus hermanos.
La última sesión: Ana y su nieta
Este verano, Ana posó en exclusiva para la revista ¡Hola!, junto a su nieta Ana Sandra, recuperando la tradición del icónico posado en la piscina. Aparecen coordinadas, sonrientes, pero con un aura de despedida ante lo que podría ser su última estancia allí.
Un mercado exclusivo, un precio discutido
La operación está en manos de una inmobiliaria de lujo que limita la exhibición a potenciales compradores con perfil VIP. Si se vende al precio solicitado, los cinco hermanos podrían repartirse aproximadamente 5 millones de euros netos por cabeza, tras impuestos y comisiones. Algunos expertos del sector inmobiliario consideran que ese precio podría estar ligeramente por encima de mercado, aunque el factor sentimental e histórico añade valor intangible.
🧠 Reflexión final
La venta de esta mansión no solo cierra un ciclo personal para Ana Obregón y su familia: simboliza el ocaso de una era veraniega que duró décadas. “El Manantial” desaparece del patrimonio Obregón, pero permanecerá en los archivos sentimentales de la actriz y también en los anales de la prensa del corazón española.