Mucho se ha hablado y teorizado sobre la ruptura que puso fin a ocho años de relación entre, el escritor peruano Mario Vargas Llosa y la filipina Isabel Preysler, se ha cubierto mucho campo en cómo estos dos ahora no pueden ni verse, la separación completa del mundo de la literatura y el espectáculo podría ser graficada con Preysler y Vargas Llosa, “completa” entre comillas, pues no se les deja de juntar en los medios ni ellos mismos han parado la guerra distanciada de indirectas y dardos envenenados que se arrojan constantemente, ni en las festividades se salvan, pues el año pasado el Álvaro, uno de los hijos del escritor con el cual pasó nochebuena, publicó un tweet donde su padre leía “Madame Bovary”, una clara mofa a Preysler.
Aunque el escritor de “Los vientos” dijo “estar bien” después de la ruptura, y aparentemente se ha avocado a su familia, Preysler aparenta desentendimiento sin mucho éxito, comentarios como el de aquel pretendiente adinerado interesado en ella, notables eran las costuras y se supo al momento que se trataban de elaboraciones suyas.

La noche en la que todo se derrumbó para la pareja
Se hablaba desde distintos medios de las causas que ocasionaron la ruptura, lo que más fuerte sonó fue el caso de un ataque de celos por parte del escritor, el cual abandonaría la residencia aquella fatídica noche, hoy comentamos un poco más al respecto.
Sería el 29 de noviembre cuando la historia daría un golpe de timón en otra dirección, Isabel Preysler asistió a un evento en Madrid donde estaba contratada como reclamo publicitario, al finalizar el evento, Preysler regresa a su residencia, y es allí donde todo habría volado por los aires, empezando por la cabeza del escritor, roja de cólera.
En una conversación con Paloma García, la cual asistió el lunes siguiente a “El Programa de Ana Rosa”, Isabel Preysler narró su propia versión de los sucesos ocurridos esa noche: "Cuando ocurre todo es a la vuelta de esa fiesta. Mario está esperándola en casa y él dice que 'cómo llega tan tarde, que horas son estas'. Eran las una menos cuarto de la mañana. De testigo Ana Boyer Preysler. A partir de ahí todo se sucede".

"En una carta le dice todo lo que siente y que no aguanta una más", comentaba la periodista, añadiendo que "Isabel en esa carta le dice que le prohíbe volver a su casa de Puerta de Hierro".
Las declaraciones de Paloma García no terminaron ahí, pues seguía trasladando las palabras que le había dicho Isabel: "Los celos no son de una noche ni de un día. Es una actitud prolongada en el tiempo", ha explicado la periodista. "Esa noche fue el detonante".
García está “muy decepcionada” con Mario Vargas Llosa, cuyo entorno siempre ha mantenido que “los celos no fueron la causa de la ruptura”, a pesar de todo lo que se ha publicado en contra del escritor.