Brooke Shields fue una de las personas más famosas del mundo en la década de los 80. Como gran amiga de Michael Jackson, George Michael y John Travolta, era habitual verla en la discoteca Studio 54 y en todas partes. Su ascenso a la fama fue polémico, pero efectivo. Hoy, después de sus días de gloria, sabemos que Hollywood la manipuló a su antojo. Así como otros, tuvo que afrontar grandes consecuencias y lidiar con una madre irresponsable. Algunos de los momentos más trágicos de su historia, las fotos indecentes a los 10 años y ser violada.
Teri, la madre de Brooke Shields, es el origen de todo. Una mujer soltera y trabajadora de Nueva Jersey que supo cómo sacar provecho de su retoño. Cuando su hija tenía tan solo 11 meses de edad, consiguió su primer trabajo: modelo para un anuncio de jabón. En ese entonces, comprendió que podría usar a la niña para hacer labores similares y ganar dinero. Pronto se convirtió en algo habitual, la pequeña era el soporte económico de la familia gracias a la publicidad y las fotografías que protagonizaba.
En Pretty Baby: Brooke Shields, de Disney +, la artista ofrece un retrato honesto de cómo fue ser sexualizada a tan corta edad y un suceso traumático como ser violada.
Brooke Shields cuenta que posó desnuda a los 10 años y que fue abusada
El documental de Shields es una ventana a la vida de una joven explotada, ofrece una visión conmovedora y franca de la cruda realidad de un niño hipersexualizado. Entre las escenas que más hieren, destaca en la que revela una de las acciones más deplorables de su progenitora. Con tan solo 10 años de edad, su madre autorizó que le hiciera un desnudo frontal para una sesión de la revista Playboy. En dichas instantáneas aparece maquillada y cubierta de aceite, con poses provocativas, nada propias de una niña en plena infancia.
Aunque su verdadera popularidad comenzó poco después, cuando apareció en la película Pretty Baby. Interpretó a una niña de 12 años que es hija de una prostituta abandonada y la dueña del burdel la obliga a perder su inocencia. Al estrenarse esta cinta, una parte de la opinión pública sentenció que Teri era una proxeneta. Sin embargo, el resto del público babeó por una pequeña de 11 años.
Tras su graduación en la universidad de Princeton, cuando tenía más de 20 años, quiso retomar el mundo del espectáculo. No obstante, no era sencillo conseguir nuevamente trabajo. Por lo que se animó cuando alguien que ya conocía (del mundo hollywoodense) la contactó para hablar de sus proyectos. Fueron a cenar y la llevó a su habitación de hotel con el pretexto de hablar en privado. Al entrar, él se encerró en el baño y volvió desnudo para agredirla. “No luché tanto. No lo hice. Me quedé totalmente paralizada. Pensé que mi único 'no' debería haber sido suficiente. Y solo pensé 'mantente viva y vete'”, contó la actriz en el documental.
Los relatos de Brooke Shields son estremecedores. Afortunadamente, ella continúa con emoción y ganas de vivir nuevas experiencias.