Isabel Preysler es una de las grandes sensaciones atemporales del país. Ha sido noticia por tantas razones, que podemos afirmar que ya hay pocas cosas que decir de ella. La labor de las influencers, como muchos creen, no es tan nueva. Su belleza y sofisticación siempre se comenta, a pesar de que ya llegó al séptimo nivel. Por más que parezca que el reloj biológico se detuvo hace algunos años para ella, se lo debe a los retoques. Y, por si quedan dudas, un viaje en el tiempo demuestra cuál es su verdadera nariz.
La relevancia de Isabel Preysler empezó en la década de los ochenta y continúa en la actualidad. Con una vida familiar tan escandalosa, su vinculación con varios asuntos de Estado, la renovación de parejas, el excentricismo de la moda y las cirugías estéticas. La prensa rosa la considera una auténtica leyenda, ya que se ha mantenido destacable durante muchos años. Uno de los aspectos más comentados es su constante paso por el quirófano, detalle que no sería tan escandaloso si no se hubiera hecho tantos retoques en una misma zona. Concretamente, la nariz. ¿Consiguió el mejor resultado posible? Te mostramos el antes y el después.
El rostro original de Isabel Preysler, la nariz que no es escalofriante
Actividades físicas y un menú saludable que se adapte a sus objetivos y necesidades son aspectos claves en la buena apariencia de Isabel. Además del uso de los mejores productos y tratamientos. No obstante, su cara parece haber requerido más de una intervención.
Un vistazo a la nariz de la reina de corazones en su juventud revela que se ve absolutamente distinta. En el pasado, su nariz era delgada y el dorso ligeramente alargado. Si bien es cierto que la punta de la nariz no era la más estilizada, tampoco se puede decir que fuera demasiado grande. En conjunto, narina, asa y punta nasal eran proporcionales a la forma y tamaño de su cara. Asimismo, el ángulo del entrecejo estaba bien marcado. Aunque el envejecimiento vuelve la piel más delgada y la nariz pierde soporte, el resultado actual sin cirugías no debería ser tan llamativo.
El cambio de imagen lo efectúa cada poco tiempo, pasa de una nariz a otra sin cesar. Muchos portales virtuales le han otorgado un nombre, “la nariz mutante”. Según los informantes y especialistas, acudió al quirófano en más de dos ocasiones. Aunado a eso, se hace rinomodelaciones frecuentemente. Y es que, como sucede con los pómulos o labios, se aplica relleno para aumentar ligeramente el tamaño y mantener erguida la punta nasal. Sin embargo, dadas las operaciones hechas en años previos, ya no necesita de estas cirugías para conservar su aspecto. Así pues, hoy en día, la ex mujer de Julio Iglesias tiene una nariz prácticamente inexistente y bastante atípica.
Si Isabel Preysler quiere deshacerse de los rellenos, tiene que pasar por el quirófano nuevamente. ¿Conservará la última nariz o volverá a modificarla por enésima vez? Estamos atentos a las novedades de la socialité hispano-filipina.