“Las últimas horas de Mario Biondo”, el documental que ha hecho Netflix, ha ocasionado que se vuelva a hablar del caso del cámara de televisión a más no poder, lo cual tiene todo el sentido del mundo dado que ha sido uno de los casos más misteriosos en la historia moderna española. Ha dado para hablar y mucho se ha comentado que Raquel Sánchez Silva no es del todo inocente, o es algo que ha repetido la familia de Mario Biondo desde que este último falleció.
Sin embargo, el documental de Netflix pone a la presentadora como un ser de luz incapaz de hacer nada malo, lo cual no le ha gustado a la familia del cámara italiano dado que ellos han quedado en mala posición por lo que se ha contado de ellos en dicho documental. Es por esto que han señalado al documental como una jugada para limpiar la imagen de la presentadora.
Mucho se ha hablado sobre ella y sobre su importancia en el caso, pero lo cierto es que muy pocos saben cuál ha sido la vida de Raquel Sánchez Silva luego de la muerte de Mario Biondo, vida que se podría resumir en tres pasos: enamorarse rápido, tener problemas de fertilidad y por último, ser madre.
La vida después de Mario Biondo para Raquel Sánchez Silva no fue tan dura
A diferencia de la familia del italiano, Raquel Sánchez Silva no llevó consigo durante mucho tiempo el dolor de la muerte de su esposo, algo que llama a simple vista la atención para cualquiera que haya estudiado el caso, ya que apenas unos meses después se había enamorado de alguien más, alguien que sería su futura pareja: Matías Dumont.
En aquel entonces estaban los rumores en el aire y no se tenía confirmado hasta que en el 2014 se pudo ver saliendo de la misma vivienda, lo que confirmaba la relación que los dos estaban llevando. Matías Dumont fue esta nueva parte importante de su vida, distanciándose de todo lo relacionado con el cámara de televisión, en especial de la familia del mismo, quiénes la han señalado siempre de poco honesta y culpable.
Sin embargo, ya desde su relación con Mario Biondo ella tenía problemas de fertilidad. Ella quería tener un hijo con el italiano y no pudo, lo cual desencadenó la famosa discusión de la que se habla en el documental, justo horas antes de la muerte del italiano. Con Matías Dumont no fue distinto el problema y tuvo que someterse a tratamientos de fertilidad para así poder quedar embarazada de su nueva pareja. Luego de casi dos años de la muerte de Mario Biondo, Raquel Sánchez Silva quedaba embarazada y lista para formar una familia Matías, olvidando así por completo aquella relación que tuvo por años junto a Mario Biondo y con el cual nunca tuvo un hijo, quizás esto también en parte por sus problemas de fertilidad.