Corría el año 2009 cuando 'Gran Hermano 11' se colaba en nuestras pantallas para hacer historia. Este formato ha sido durante años el reality show por excelencia, pero lo cierto es que entre dieciocho concursantes que pasaron por la casa de Guadalix de la Sierra a lo largo de los casi cuatro meses que duró el concurso, se encontraban nombres que todavía hoy se mantienen ligados a la pequeña pantalla, como Indhira y Arturo, Nagore Robles o Carolina Sobe. Otros como Siscu Castillo, también dio qué hablar en su momento.
El joven de 23 años, cuyo oficio era el de técnico en climatización, se convirtió en el segundo expulsado del concurso tan solo tres semanas después de haber comenzado su aventura personal, pero el destino le tenía preparada una segunda oportunidad gracias a la repesca. Una repesca que supo aprovechar al máximo, hasta el punto de llegar a las puertas de la final.
Aunque su paso por el formato no estuvo marcado por grandes polémicas que le ayudaran a ser recordado por la audiencia, sus su vida fuera de la casa sí le llevó a copar los titulares de la prensa del corazón.
Siscu se sumergió en la industria del cine para adultos, rodando varias escenas de contenido sexual. Llegó a protagonizar un nuevo formato erótico, una especie de reality show que consistía en visitar varias ciudades españolas en busca de cualquier mujer que quisiera mantener relaciones con él. Pero mucho ha llovido desde entonces y ahora el catalán lleva una vida mucho más tranquila y calmada, centrada en su familia y en un trabajo alejado de los focos y las cámaras.
Así es su vida en la actualidad
El protagonista se casó con su pareja Laura en el año 2018, durante una boda a la que acudieron muchos compañeros de ‘Gran Hermano’. Fruto de esta relación ha sido su hija Ana, de tan solo un año de edad, tal y como él mostró muy orgulloso en sus redes sociales. Los padres se han tatuado el nombre de la pequeña en sus respectivos brazos, como muestra de lo mucho que la quieren. Ahora la familia lleva una vida muy en la que disfrutan de viajes por todo el mundo, desde Bratislava hasta Japón, dejando atrás su pasado mediático y pornográfico.