Joaquín Prat es uno de los presentadores de televisión más conocidos en nuestro país, entre otras cosas porque ha sido y sigue siendo uno de los presentadores de El Programa de Ana Rosa.
Uno de los motivos por los cuales Prat ha sabido ganarse a su audiencia es que ha sido sincero en algunos aspectos de su vida personal y familiar que muchos otros presentadores o colaboradores de televisión prefieren no mostrar. Un buen ejemplo de ello son los problemas con las drogas que tiene uno de sus hermanos, Federico.
El drama con las drogas del hermano de Joaquín Prat
Fue hace ya unos días cuando, a raíz de un problema vecinal con un okupa al que un vecino acusaba de ser drogadicto, Prat no tuvo ningún problema en apuntar su opinión personal: “Es el drama de muchas familias en este país. Cuando no se dejan ayudar, a veces la única solución es emprender un largo y tortuoso camino hacia la inhabilitación... Algunos ya tenemos experiencia en eso”.
En cuanto a la experiencia de Prat con estos temas, todo pasa por su hermano Federico. “Federico es, desgraciadamente, un adicto. Ha tenido oportunidades, pero continúa inmerso en el mundo de las drogas. El propio Fede decidió vivir en el sur y continuar con su adicción. Durante todo este tiempo mi madre se ha hecho cargo y sigue haciéndose cada mes cargo del lugar en el que vive, y aunque ha tenido oportunidades, ha continuado inmerso en el mundo, terrible e inmundo, de las drogas. Ya no esperamos que algún día se cure, pero sí tener privacidad para seguir gestionándolo de la manera menos dañina para todos", apuntaron en un comunicado Joaquín y sus hermanas a raíz de una entrevista realizada por Federico.
Por otro lado, la madre de Joaquín y Federico apuntó también tras esta entrevista que “No es verdad que le hayamos dejado de lado y, si pide limosna, es porque a los dos días de cobrar una pensión que tiene de 600 euros, ya se la ha gastado en drogas. Es desesperante. Te puedes imaginar, como madre que soy, lo que es vivir una situación tan dura”. Una historia familiar muy dura que los Prat no esconden.