Casa Real

Carolina de Mónaco, KO en Montecarlo por querer mandar más que Alberto

Carolina de Mónaco hacía mucho ruido dentro de la familia real monegasca.

Foto: GTRES
Barcelona. Lunes, 27 de mayo de 2024. 11:35
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Carolina de Mónaco

Carolina de Mónaco es una de las figuras más carismáticas y polémicas del Principado de Mónaco. Nacida el 23 de enero de 1957, como la hija mayor del príncipe Rainiero III y la famosa actriz estadounidense Grace Kelly, Carolina de Mónaco ha vivido siempre bajo el escrutinio público, tanto por su estatus real como por su conducta audaz y su actitud indomable.

Desde su juventud, la princesa Carolina se distinguió por su personalidad fuerte y decidida. Fue conocida por ser la más mandona entre sus hermanos, a menudo mostrando más confianza y autoridad que su hermano menor, el príncipe Alberto II, quien es el actual soberano de Mónaco. Carolina de Mónaco, a diferencia de su hermana menor, la princesa Estefanía, y de su hermano Alberto, se implicó profundamente en la vida social y cultural de Mónaco, aunque no siempre de manera convencional.

Carolina de Monaco
Carolina de Monaco

Carolina de Mónaco hacía mucho ruido dentro de la familia real monegasca

Durante sus años de juventud, la hija del príncipe Rainiero fue famosa por asistir a numerosas fiestas y llevar un estilo de vida glamoroso y ostentoso, pues gastaba grandes sumas de dinero en eventos sociales, moda y viajes, sin preocuparse demasiado por las críticas. Su comportamiento y sus decisiones, a menudo impulsivas, la pusieron en el centro de muchas controversias y rumores. Sin embargo, su posición como hija del príncipe Rainiero III y Grace Kelly le otorgaba un escudo contra las críticas más severas.

Uno de los momentos más decisivos en la vida de Carolina de Mónaco fue cuando Claude Palmero, quien servía como asesor financiero de la familia Grimaldi, decidió intervenir. Claude Palmero, al observar los hábitos de gasto de la princesa y la preocupación creciente por su imagen pública y la estabilidad financiera de la familia, tomó la decisión de cortar la ayuda económica que recibía la princesa Carolina en aquel entonces. Esta medida fue un intento de proteger tanto a la princesa como a la familia real de posibles escándalos financieros y de preservar la reputación del principado.

La decisión de Claude Palmero de retirarle el apoyo financiero significó que la princesa tendría que hacerse responsable de sus propios gastos. Este cambio drástico no solo limitó sus extravagancias, sino que también la obligó a tomar decisiones más responsables y a reevaluar su estilo de vida. Además, se le restringió su influencia dentro de Montecarlo, perdiendo voz y voto en asuntos importantes donde anteriormente se aprovechaba de su título de hija de Rainiero de Mónaco.

Claude Palmero
Claude Palmero

Esta intervención tuvo un impacto significativo en la vida de la hermana del príncipe Alberto II de Mónaco, y aunque continuó siendo una figura prominente y a veces controvertida dentro de la familia real y de la alta sociedad europea, comenzó a asumir roles más serios y comprometidos. Se involucró en diversas organizaciones benéficas y culturales, demostrando un lado más responsable y dedicado. Su transformación a lo largo de los años ha sido notable, pasando de ser una princesa conocida por su comportamiento extravagante a una mujer que se ha ganado el respeto por su trabajo filantrópico y su dedicación a causas nobles. Toda una evolución de personaje.