Cuando la Letizia entró a formar parte de la familia real, dejó claro su enfoque hacia la religión católica. La consorte no cree en Dios, en Jesucristo, en la Santísima Trinidad ni en nada de lo que explique la Iglesia o la Biblia. Una indiferencia que siempre ha generado descontento entre los conservadores eclesiásticos. No tanto por ella sino por su influencia en la educación religiosa de la heredera al trono, la princesa Leonor, que al fin y al cabo sí será reina titular.
Letiziadejó claro que no tenía nada que ver con la reina Sofíaen lo que a religión se refiere, cuya devoción y cercanía a la Iglesia ortodoxa eran extremas. En este sentido, Letizia ha mostrado poco interés en las tradiciones católicas. Su ausencia en eventos religiosos, de los que siempre ha intentado escaquearse, ha sido interpretada como un desdén hacia la fe cristiana que tradicionalmente ha caracterizado a la monarquía española.
La Iglesia, preocupada por no poder controlar a la princesa Leonor
El episodio de las revelaciones de Jaime del Burgo acerca de las supuestas infidelidades de Letizia han aumentado las tensiones con la Iglesia. La ven como una pecadora que ahora aboga por su separación de Felipe VI para preservar la moral católica. Se argumenta que Letizia es atea y antirreligiosa. Es como un hereje para la Iglesia. Y temen que su influencia podría socavar los valores católicos arraigados en la sociedad española. Sería gravísimo…
Dando a Letizia como un caso perdido que irá irremediablemente al infierno, la atención se centra en la educación religiosa de la princesa Leonor, considerada vital para salvaguardar la identidad católica de España. La Iglesia y otros sectores conservadores abogan por una formación tradicional y católica para Leonor. Sin embargo, Leonor está siguiendo los pasos de su madre, lo que tiene a la Iglesia de los nervios viendo como su poder y su influencia se desvanecen.
A Leonor le importa nada y menos la Semana Santa, la Iglesia y todo lo que huela a catolicismo
La princesa, al parecer, es laica. No suele santiguarse y tampoco da la importancia a la Semana Santa que desearía la Iglesia. Le importan tres cominos las procesiones y todo lo que rodea a estas fechas señaladas. Para ella, como para la mayoría de jóvenes de hoy en día, la Semana Santa no son más que unos días de descanso. Algo que incomoda en gran medida a los altos cargos de la institución católica. No les importa tanto que le enseñen a matar en el ejército.
Jaime Peñafiel ya advirtió la posibilidad de que Leonor se aparte de la tradición religiosa española, sugiriendo que su madre podría influir en su educación de manera negativa. Ante esto, se busca garantizar que Leonor reciba una educación religiosa adecuada, libre de las influencias de Letizia pero no de las de la Iglesia. Pero parece que la heredera no está por la labor.